El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, recibió este domingo el alta médica y se prepara para regresar a su residencia en Sao Paulo, tras varios días de hospitalización, según informó su equipo médico en una rueda de prensa. 

La sorpresa llegó de la mano del propio mandatario, quien apareció inesperadamente en el evento, mostrando un buen ánimo y listo para abandonar el hospital. Durante su intervención, Lula explicó que utilizó un sombrero Panamá para ocultar el vendaje en su cabeza, ya que, según dijo, lo hacía por vanidad.

Lula se encuentra en buen estado de salud y está autorizado para retomar sus funciones presidenciales, aunque los médicos le aconsejaron evitar vuelos largos. Además, se someterá a una tomografía computarizada el jueves antes de regresar a Brasilia, consignó el sitio de noticias "Ámbito".

El jefe médico del presidente, Roberto Kalil, destacó que Lula podrá continuar con sus actividades habituales, pero deberá moderar su ritmo de trabajo durante los próximos 60 días y está completamente restringido en cuanto a actividades físicas.

En sus redes sociales, Lula expresó su agradecimiento por los cuidados recibidos, recordando momentos difíciles en los que Dios lo protegió, como su lucha contra el cáncer en 2012 y un incidente aéreo en México. "Gracias a Dios por su generosidad", escribió el mandatario en un mensaje publicado en X (antes Twitter).

En su mensaje, Lula también confirmó que, aunque no podrá realizar viajes internacionales por el momento, tiene autorización para trasladarse a Brasilia, siempre que su próxima evaluación médica lo permita.

Este fin de semana, el presidente ya había mostrado signos de recuperación al compartir un video en el que se le veía caminando y sonriendo, acompañado de un mensaje de agradecimiento por el apoyo recibido tras sus dos intervenciones quirúrgicas. "¡Soy firme y fuerte!", expresó.